¡La seguridad y durabilidad dependen de un buen uso!

Los cables de acero son elementos indispensables en sectores como la construcción, la minería, los puertos, el transporte de carga y la industria en general. Su función principal es soportar grandes esfuerzos y garantizar operaciones seguras. Sin embargo, la vida útil de los cables de acero no depende únicamente de la calidad del material: factores como el ambiente de trabajo, la correcta selección del cable y el mantenimiento determinan cuánto tiempo puede rendir de manera segura y eficiente.

En este blog explicaremos qué reduce la vida útil de los cables de acero y, sobre todo, cómo alargarla con prácticas de cuidado que garantizan mayor rendimiento, seguridad y ahorro en costos de operación.

Factores que reducen la vida útil de los cables de acero

Aunque los cables de acero estén fabricados con materiales de alta resistencia, existen condiciones que aceleran su deterioro:

  • Sobrecarga de trabajo: cuando se supera la capacidad nominal del cable, los alambres se deforman y pierden resistencia, acortando drásticamente su durabilidad.
  • Corrosión: ambientes salinos, húmedos o con presencia de químicos oxidan el acero, debilitando su estructura interna y externa.
  • Fricción excesiva: el roce constante con poleas en mal estado o superficies abrasivas produce desgaste prematuro.
  • Falta de lubricación: sin la protección de un lubricante adecuado, los alambres internos generan fricción entre sí, acelerando la fatiga del cable.
  • Mala manipulación: prácticas como arrastrar el cable sobre el suelo, enrollarlo de manera incorrecta o realizar dobleces bruscos reducen significativamente su vida útil.

Estos factores no solo acortan el ciclo de uso del cable, sino que también incrementan los riesgos de accidentes en el lugar de trabajo.

¿Cómo alargar la vida útil de los cables de acero?

Con un uso responsable y un mantenimiento adecuado, es posible duplicar la vida útil de un cable de acero. Algunas prácticas recomendadas incluyen:

  • Seleccionar el cable correcto para la aplicación: existen cables de acero de uso general, galvanizados, antigiro, con alma de fibra o acero, y cada uno está diseñado para condiciones específicas.
  • Realizar inspecciones periódicas: revisar de forma constante el estado del cable permite detectar a tiempo alambres rotos, deformaciones o pérdida de diámetro.
  • Aplicar lubricación frecuente: el lubricante especializado protege contra la corrosión y disminuye la fricción, prolongando la durabilidad del cable.
  • Cuidar los equipos asociados: tambores, grúas y poleas desgastadas aceleran el deterioro del cable, incluso si este es nuevo.
  • Almacenar en condiciones adecuadas: los cables deben guardarse en sitios secos, ventilados y libres de agentes corrosivos para evitar oxidación antes de su uso.

Al implementar estas medidas, no solo se alarga la vida útil del cable, sino que también se optimizan los costos operativos, evitando reemplazos innecesarios y paradas imprevistas.

Señales claras de que un cable debe reemplazarse

Aun con un mantenimiento óptimo, todo cable de acero tiene un ciclo de vida limitado. Algunas señales que indican la necesidad de reemplazo inmediato son:

  • Presencia de múltiples hilos rotos en un mismo tramo.
  • Evidencia de oxidación o corrosión profunda.
  • Deformaciones visibles, como aplastamientos o dobleces.
  • Reducción del diámetro original del cable.

Ignorar estos signos compromete la seguridad de la operación y pone en riesgo tanto a los trabajadores como a los equipos.

La vida útil de los cables de acero está directamente relacionada con su correcta selección, el mantenimiento preventivo y la forma en que se manipula. En Victoria Steel suministramos cables de acero certificados, con trazabilidad, asesoría técnica y disponibilidad inmediata.

Escríbenos y cotiza hoy mismo. Contáctanos